Decorar la habitación del bebé es una de las tareas más importantes a las que los padres deben enfrentarse ante la llegada de un nuevo miembro a la familia. Son muchas cosas a tener en cuenta (el color de las paredes, el estilo de los muebles, la iluminación…), pero hoy queremos centrarnos en una de las cuestiones más importantes: la seguridad.
Aunque durante los primeros meses el pequeño suele dormir cerca de los padres y utiliza poco su habitación, lo cierto es que a medida que va creciendo pasa más tiempo en la estancia. Por eso, es esencial procurar que se trate de un lugar seguro. ¡Te damos las claves para lograrlo a continuación!
La cuna
En primer lugar, vamos a hablarte de la cuna, un lugar en el que el pequeño de la casa pasará muchas horas. Lo principal es que la cama esté en buen estado para que los bebés no tengan accidentes con piezas rotas. También es importante que la cuna tenga la etiqueta de la Asociación de Fabricantes de Productos Infantiles. Por otro lado, es recomendable no colgar nada sobre la cuna o encima de este mueble. Además, no deberás colocarla cerca de ventanas, lámparas, calefactores, muebles y cualquier tipo de objeto decorativo.
Tampoco se recomienda utilizar sábanas holgadas ni poner peluches dentro de la cuna. Asimismo, cuando el pequeño pueda sentarse, deberás situar la base más baja o colocar unas barandillas más altas. Eso sí, con el paso del tiempo deberás retirar un lateral para que el pequeño pueda subir o bajar sin tener que trepar.
Otros consejos de seguridad
Cuando el pequeño comience a gatear y a caminar, deberás proteger todos los enchufes y procurar que no haya objetos en estanterías o muebles que puedan caerse y provocar algún daño en el pequeño. También es recomendable colocar quitamiedos en las ventanas, proteger las esquinas de los muebles y no utilizar pinturas tóxicas. En cuanto al cambiador, deberá tener los laterales altos para evitar accidentes, aunque nunca deberás dejar el bebé en este mueble sin supervisión.