En la mayoría de los casos, los golpes en la cabeza, que tan frecuentes son en la infancia, no acarrean consecuencias relevantes, más allá de algún chichón. Sin embargo, en algunos casos los traumatismos pueden ser graves. Por eso, ante cualquier accidente que implique un golpe en la cabeza, hay que estar atento al menor durante las horas siguientes al impacto.
Tras un golpe fuerte en la cabeza, lo mejor que puedes hacer es llevar al niño al pediatra. Eso sí, también es importante que estés atento a la presencia de los síntomas que vamos a explicarte a continuación, ya que podrían ser consecuencia del empeoramiento del estado del pequeño.
Somnolencia y confusión
Uno de los síntomas que puede ser preocupante tras un golpe en la cabeza es la somnolencia excesiva. Aunque no es necesario que mantengas al pequeño despierto, sí que deberás comprobar si se despierta fácilmente. Además, deberás estar atento a que no sufra confusión ni desorientación. Por supuesto, el llanto persistente o la irritabilidad también pueden ser señales de que algo no va bien.
Síntomas físicos
También podrían ser síntomas preocupantes el dolor de cabeza de gran intensidad o mantenido, las convulsiones, la debilidad o adormecimiento de algún miembro o las alteraciones visuales y la asimetría en el tamaño de las pupilas. En estos casos, lo ideal es llevar al niño al hospital de inmediato, de la misma forma que si pierde la conciencia o le aparece sangre por la nariz o los oídos. En realidad, ante cualquier síntoma que te parezca anormal, deberás acudir inmediatamente a un centro de salud.
Consejos
Más allá de llevar al pequeño al hospital, ante golpes fuertes en la cabeza te recomendamos mantenerlo en un ambiente silencioso y tranquilo, aplicar frío local en caso de hematoma, levantar levemente la cabecera de la cama y ofrecerle líquidos fríos en pequeñas tomas.