Seguro que has oído hablar sobre el TDAH en muchas ocasiones pero, ¿sabes realmente en qué consiste? El trastorno por déficit de atención con hiperactividad es un problema neurobiológico que tiene su origen en la infancia. Lamentablemente, se desconocen cuáles son los factores que intervienen en la aparición de este trastorno, aunque se cree que las causas se deben sobre todo a factores genéticos y ambientales.
Lo que sí que se sabe con bastante exactitud son los síntomas que tiene el TDAH. Hoy te hablamos de los tres principales. ¿Te gustaría acompañarnos?
Hiperactividad
Uno de los síntomas del TDAH más fáciles de reconocer es la hiperactividad. Los niños que la padecen se mueven en exceso en momentos poco adecuados, les cuesta permanecer quietos, hablan en exceso, hacen ruido constantemente, no se suelen relajar, cambian de actividad sin acabar la anterior y no tienen constancia.
Impulsividad
Otro síntoma del TDAH es la impulsividad, que está muy relacionada con la impaciencia. Los niños que la padecen tienen problemas para esperar su turno, interrumpen a menudo, dan respuestas precipitadas, piensan antes de actuar, tienen respuestas algo prepotentes, lo tocan todo y suelen tener conflictos con los adultos, ya que les cuesta controlar su comportamiento y ajustarse a las normas.
Déficit de atención
Si la hiperactividad era fácil de detectar, el déficit de atención, otro de los grandes síntomas del TDAH, es bastante difícil de percibir. Los niños con este problema son incapaces de mantener la atención en tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido. Por otro lado, es importante tener en cuenta que no prestan atención a los detalles, tienen dificultades para acabar tareas, parecen no escuchar, les cuesta seguir órdenes e instrucciones, pierden y olvidan objetos, tienen dificultades para organizar tareas y actividades, se distraen con facilidad y cambian de conversación con frecuencia.