Hace unos días te mostramos algunas imágenes de bebés prematuros que habían conseguido salir adelante, algo que, gracias a los avances en medicina, cada vez es más habitual. Y es que, aunque los partos prematuros han aumentado durante los últimos años, también han ascendido las cifras de supervivencia.
Lamentablemente, el número de bebés prematuros que se salvan pero tienen secuelas sigue siendo preocupante. Lógicamente, a mayor prematuridad, mayor es el riesgo de sufrir consecuencias negativas. Hoy en Rincón del Peque te hablamos sobre las secuelas más habituales en este tipo de niños. ¿Te gustaría acompañarnos?
Problemas al nacer
Los bebés que nacen antes de tiempo tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones nada más nacer, como hipotermia, trastornos respiratorios, problemas cardiovasculares, hemorragias intraventricuales, hipoglucemia, hiperglucemia, ictericia, retinopatía e infecciones debido a que su sistema inmunológico está poco desarrollado. Afortunadamente, los avances médicos han hecho posible que muchas de estas complicaciones puedan solventarse.
Secuelas
Más allá de estos riesgos, es importante tener en cuenta que los bebés prematuros pueden tener secuelas a corto y largo plazo. Por ejemplo, en sus primeros años de vida pueden padecer parálisis cerebrales, cegueras bilaterales, retrasos del desarrollo medio, sordera central, alteraciones motoras leves, epilepsia, riesgo de padecer otitis, retraso del desarrollo ligero y deficiencia visual.
Por si estas secuelas no fueran bastante preocupantes, parece ser que los niños que han nacido de forma prematura también pueden sufrir consecuencias a partir de los 6 años. Sobre todo se trata de secuelas relacionadas con el desarrollo intelectual y el aprendizaje. Así, es posible que, en el futuro, los bebés prematuros pueden padecer déficit de atención, dificultades en el lenguaje, problemas relacionados con la memoria, trastornos de comportamiento o una conducta social, agresiva o pobre.