Como ya te hemos comentado en anteriores ocasiones, son muchas las razones por las que debemos vacunar a los niños. Eso sí, es importante que tengas en cuenta que se trata de un procedimiento doloroso que, incluso, puede provocar la fobia a las agujas y el rechazo al sistema sanitario.
Afortunadamente, podemos utilizar algunos trucos para aliviar y reducir el dolor que las vacunas originan. Hoy en Rincón del Peque te damos algunos de los que proponen desde la Asociación Española de Pediatría (AEP). ¿Nos acompañas?
Recién nacidos y lactantes
En primer lugar, queremos hablar de la tetanalgesia, que consiste en aprovechar el efecto de alivio del amamantamiento antes, durante y después de las inyecciones. Por otro lado, algunos profesionales recomiendan la toma por la boca de líquidos dulces cuando no se pueda amamantar. También es importante que tengas en cuenta que el contacto piel con piel con la madre también es eficaz contra el dolor.
También pueden utilizarse anestésicos tópicos en forma de crema, que deben ponerse 1 hora antes en la zona donde está prevista la inyección. Eso sí, debes saber que este tipo de anestésicos precisan de receta médica en nuestro país. Por otro lado, puedes utilizar técnicas de distracción: imágenes, cantos, sonidos…
Niños y adolescentes
En el caso de los niños y adolescentes, es recomendable realizar una preparación psicológica previa sin engañarles. Una vez en el médico, se pueden utilizar técnicas de distracción como hacer burbujas de jabón, ver dibujos, inflar globos… En estos casos también pueden utilizarse anestésicos tópicos, que son muy útiles en caso de niños y adolescentes con fobia a las agujas.
En cuanto a la posición durante la administración, lo mejor es que los niños no estén tumbados, sino erguidos y sujetos en brazos de los padres si son pequeños, y sentados si son niños grandes o adolescentes.
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