El niño vive una etapa de desarrollo, sus pies también experimentan este crecimiento. Por ello, es tan importante elegir y renovar el calzado para adaptar este producto a las necesidades del niño. Una de sus necesidades esenciales es el juego y, también, la libertad de movimiento. Es recomendable que el zapato elegido no solo sea cómodo, sino también ligero. Es positivo que la suela no resbale y, además, conviene comprobar el estado de la misma para renovar el calzado cuando sea conveniente. Una suela antideslizante mejora la seguridad del calzado ya que previene una posible caída.
Talla del zapato
El zapato no solo debe ajustarse a la talla del pie, sino también atender la necesidad de movimiento. Para ello, elige un diseño que cuente con un adecuado nivel de sujeción que ofrece este confort al caminar. Como hemos comentado, es importante que el zapato se adapte a la movilidad del pie y no cause ningún tipo de molestia a este respecto. Por este motivo, es preferible elegir zapatos en lugar de botas.
Acabado interior del zapato
Cada pie es único y cada forma de caminar también lo es. Por ello, es recomendable que los niños no utilicen zapatos de otros hermanos, por ejemplo. Lo primero que observas de un zapato infantil es su diseño. Aunque la estética es un aspecto importante, lo verdaderamente relevante es la comodidad. Pero, a su vez, también es importante que observes el interior del producto para comprobar que no existe ningún revestimiento que pueda causar alguna molestia.
Calzado que se adapta a las necesidades del niño
Elige el calzado más adecuado para cada momento. Por ejemplo, un calzado deportivo para la realización de ejercicio físico. También puede ocurrir que el niño necesite utilizar un tipo de producto específico. Por ejemplo, el calzado ortopédico infantil es terapéutico para niños con pies planos.