A la mayoría de niños les encantan las chucherías, un grupo de alimentos entre los que incluimos las golosinas y dulces como los caramelos, las gomitas o las chocolatinas, además de las patatas, fritas, las pipas, el maíz frito, los helados… Sin embargo, este tipo de alimentos no son nada recomendables para los más pequeños de la casa. Y aunque la mayoría de padres son conscientes de ello, muchos permiten que sus hijos coman chucherías cada día y, a veces, más de una vez.
Hoy en Rincón del Peque queremos hablarte sobre todos los riesgos de las chucherías para los niños. ¿Te gustaría acompañarnos?
Muchos problemas de salud
Lo primero que debes tener en cuenta es que los ingredientes que suelen contener las chucherías no son nada buenos para la salud de los más pequeños de la casa. Por un lado, los dulces tienen gomas, mucílagos y azúcar y, además, son pegajosos, por lo que se quedan adheridas en los dientes facilitando la aparición de las caries. Por su parte, las patatas fritas y los alimentos similares suelen tener una gran cantidad de sal y grasa, que son perjudiciales para la tensión arterial y el corazón.
Por supuesto, no hay que olvidar que este tipo de alimentos suele tener una gran cantidad de calorías y grasas saturadas, lo que a corto y a largo plazo puede provocar obesidad y arteriosclerosis.
No todos los deseos se pueden cumplir
Por otro lado, es importante tener en cuenta que cuando los niños comen chucherías pierden el apetito y, por tanto, no quieren comer el almuerzo o la cena. Si tienen hambre entre comidas, deberán esperar. Y es que debemos enseñarles que no todos los deseos se pueden satisfacer de manera inmediata.
Las chucherías pueden desaparecer completamente de la dieta de los más pequeños de la casa, ya que carecen de nutrientes esenciales. Eso sí, si de vez en cuando decides obsequiar a tu hijo con algún alimento de este tipo, procura que se lave los dientes justamente después para reducir el riesgo de caries.