Existen algunos ingredientes que pueden condicionar la determinación de un embarazo de riesgo que implica unos cuidados añadidos. ¿Cuáles son estos factores?
Edad de la madre
La edad es un factor importante en la determinación de un embarazo de estas características. Ya que, ser mayor de 35 años puede aumentar el riesgo de padecer algún tipo de complicación durante el parto. Así como también existe una mayor probabilidad estadística de que el niño tenga un diagnóstico de síndrome de Down. La edad es un factor todavía más determinante cuando se trata de vivir la experiencia de la maternidad por primera vez.
En relación con la edad, un embarazo adolescente también es considerado como un factor de riesgo.
Estado de salud de la madre
Al margen de la edad, el estado de bienestar físico general o el padecimiento de alguna dolencia previa también están en relación con la evolución del embarazo. Existen algunos factores que requieren de un seguimiento constante. Por ejemplo, un caso de diabetes, la obesidad o la alta presión arterial.
Algunos de estos ingredientes también están relacionados con el punto anterior ya que, un embarazo después de los 35 años eleva el riesgo de desarrollar diabetes gestacional. Adquiere especial importancia el historial clínico de la mujer.
El tabaco
En relación con los hábitos presentes en el estilo de vida, el tabaco es nocivo en cualquier forma, también, en el caso de las fumadoras pasivas. Por ejemplo, este consumo propicia el riesgo de un parto prematuro.
Embarazo múltiple
Cuando una mujer está embarazada de gemelos o trillizos aumenta la posibilidad de sufrir un aborto espontáneo. Y también crece el número de partos por cesárea en estas circunstancias.
Riesgo de parto prematuro
Si existe cualquier tipo de amenaza en relación con este punto, el embarazo también es considerado de riesgo. Para minimizar esta preocupación, es importante seguir todas las indicaciones del médico.