No es algo extraño, así que no hay que preocuparse más de la cuenta por ello. Perder leche durante la lactancia a modo de goteo incesante es algo que puede suceder durante los primeros meses tras dar a luz.
Es verdad que a ninguna mujer le gusta estar así por lo molesto y poco estético de la situación, pero por suerte existen ciertas soluciones que pueden llegar a ser más o menos efectivas en función de cada caso. Te las cuento a continuación.
¿Por qué sucede?
Sobre este tema hay una falsa creencia muy extendida. Se suele decir que sucede porque se crea demasiada leche. Sin embargo, el motivo real que provoca el goteo tiene que ver con la adaptación de la madre a la fase de lactancia. De ahí que se produzca durante los primeros meses y no después.
El reflejo de eyección explica la pérdida de leche. Lo provoca la oxicitina, que es una hormona que la hace subir hasta el pecho respondiendo a estímulos táctiles y de otra índole. Con esto último me refiero a estímulos tan diversos como oler la ropa del bebé, oír su llanto o pensar en él.
La oxicitina deja de funcionar con normalidad cuando se producen situaciones de temor o desconfianza con el propio cuerpo. Además, el hecho de consumir bebidas alcohólicas también puede hacer que la madre no sea capaz de amamantar a su hijo como debería.
Soluciones prácticas
Si el goteo te preocupa, lo mejor que puedes hacer es apostar por los discos de lactancia. Son como pequeñas compresas que se sitúan encima del pezón para absorber la humedad que provoca el goteo. Los venden fabricados con materiales tan diversos como el algodón, la lana, la seda o la celulosa.
Otra alternativa son los denominados discos de silicona. Éstos, a diferencia de los anteriores, pueden evitar que se produzca el goteo al ejercer presión sobre el pezón. Podríamos decir que son los más recomendables en casos en los que el goteo es de consideración. Se adhieren al pecho y son bastante cómodos.
Por último, hay que hablar de lo que recomiendan los especialistas en caso de no poder amamantar a los hijos por culpa de este problema. Se recomienda utilizar un extractor de leche o hacerlo de forma manual. Posteriormente, si es posible, se le puede dar la leche al pequeño.