Los celos infantiles no solo pueden producirse en el momento en el que un nuevo hermanito llega a la familia y el niño mayor experimenta un proceso de adaptación a partir de esta nueva situación del sistema familiar. Algunos padres y madres llegan a preocuparse de manera anticipada por esta cuestión emocional. ¿Qué factores influyen en el desarrollo de los celos infantiles?
Edad
Los niños que nacen en una misma familia tienen muchos puntos en común. Forman parte de un mismo contexto, sin embargo, cada uno tiene también características individuales en su biografía. La edad es un aspecto significativo porque también está directamente vinculado con el desarrollo y la comprensión.
Los celos sí pueden producirse en distintos momentos de la infancia o la adolescencia aunque el modo en el que el protagonista expresa cómo se siente es diferente en un ciclo o en otro.
Percepción de un trato diferente
Cuando el niño se siente especialmente sensible hacia este aspecto concreto como consecuencia de la experiencia de un trato diferente entre los hermanos por parte del entorno directo puede hacer que experimente celos al sentirse en una posición menos protagonista o al echar de menos rutinas que antes disfrutaba con más frecuencia en compañía de sus padres.
Los padres son la referencia de apego para el niño. Y es especialmente sensible ante los posibles cambios que puede observar en su propia zona de confort con la llegada de un hermano. Esta percepción de un trato diferente también puede estar en relación con las creencias de los padres y el estilo educativo.
Variables individuales
Cada ser humano es único y diferente a los demás desde el nacimiento. Como ocurre en la etapa adulta, los niños pueden reaccionar de forma diferente ante una situación similar. Por ello, los celos no se producen de forma universal en ninguna circunstancia.