¿Sabías que los accidentes son la primera causa de mortalidad en los niños mayores de 4 años en los países desarrollados? Por eso, es importante que sigamos a rajatabla la normativa que define cómo se debe llevar a un niño en el coche.
Los menores están obligados a sentarse en una sillita de coche hasta que miden más de 1,35 metros, algo que suele ocurrir alrededor de los 12 años. Eso sí, el pequeño deberá utilizar una silla diferente a medida que vaya creciendo. Para ponértelo más fácil a la hora de escoger la silla para tu hijo, hoy vamos a aplicarte los cinco tipos de sistemas de retención infantil que hoy en día existen. ¿Nos acompañas?
Grupo 0
Las sillas del Grupo 0 son lo que conocemos como cucos o capazos. Se utilizan hasta que el bebé pesa 10 kilos, algo que ocurre alrededor del año de edad. Este sistema debe ir preferiblemente en los asientos posteriores de manera transversal.
Grupo 0+
Hasta que los pequeños alcanzan los 13 kilos de peso, deben utilizar los capazos o sillitas del Grupo 0+, que deberán ir en sentido contrario pero podrán situarse tanto en el asiento delantero (siempre que el airbag esté desactivado) como en el trasero.
Grupo I
Entre los 10 y los 18 kilos, es decir, entre el primer y el cuarto año de vida del pequeño, éste deberá sentarse en las sillas del Grupo II, que permiten la colocación en ambos sentidos de la marcha. Es importante adaptar la silla a medida que el niño crezca.
Grupo II
De los 15 a los 25 kilos (entre los 3 y los 6 años), los más pequeños de la casa deberán sentarse en un elevador con respaldo y abrocharse el cinturón de seguridad instalado en el coche.
Grupo III
Por último, encontramos los asientos del Grupo III, es decir, los que se utilizan de los 22 a los 36 kilos (de los 5 a los 12 años). Se trata de asientos elevadores pero específicos para niños más mayores.