¿Sabías que los accidentes de tráfico se encuentran entre las principales causas de muerte infantil en nuestro país? Por eso, todos los padres debemos ser responsables y hacer un uso correcto de los sistemas de retención infantiles que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), reducen la probabilidad de fallecimiento entre un 54 y un 80% entre los niños y un 70% entre los lactantes.
Lo que muchos padres no saben es que sentar a los niños en la sillita con el abrigo puesto puede resultar muy peligroso. Te contamos por qué a continuación.
Barrera ficticia
Puede que nunca lo hayas pensado, pero los abrigos ejercen como una especie de barrera ficticia entre el niño y el cinturón de seguridad. Y es que, aunque apretemos el arnés al sentar al pequeño en la silla, lo que en realidad estamos haciendo es apretarlo sobre el abrigo y no sobre su cuerpo. Así, si se produjera un accidente o un frenazo brusco, el cuerpo del niño podría salir disparado, ya que el acolchado del abrigo podría ceder a la presión del cinturón.
Tejidos impermeables
Aún son peores los abrigos que cuentan con una capa protectora impermeable, ya que este tipo de tejido es algo resbaladizo. Por tanto, en caso de impacto, es más fácil que los cinturones se escurran y, por tanto, que el pequeño quede desprotegido.
Una manta por encima
Lo mejor a la hora de sentar a los niños en su sillita es quitarles el abrigo, aunque no pasa nada si llevan una chaqueta o un jersey. Si hace mucho frío, entonces tendrás que calentar el interior antes de iniciar la marcha o colocarle una manta o un abrigo por encima del cinturón. A continuación te dejamos con un vídeo que deja más claro por qué debemos quitarles el abrigo a los niños al sentarles en la sillita. ¡No te lo pierdas!
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