Hasta no hace muchos años, lo más normal era que los bebés durmieran con almohada. Sin embargo, hoy en día la mayoría de pediatras desaconsejan esta práctica. Por un lado, hay que tener en cuenta que los pequeños no la necesitan, por lo que están más cómodos sin ellas. Por otro, es importante saber que las almohadas pueden resultar peligrosas para los niños. Por este motivo, no deben usarlas hasta los dos años de edad.
Hoy en Rincón del Peque queremos hablarte sobre los riesgos de que los bebés menores de dos años duerman con almohada. ¿Nos acompañas?
Riesgo de asfixia
Como te decíamos, las almohadas pueden ser muy peligrosas para los bebés, así que es mejor que prescindas de ellas hasta que el pequeño tenga más de dos años. El principal riesgo es que si el niño se mueve al dormir, su cara puede quedar aprisionada contra la almohada, por lo que puede asfixiarse, y ya no solo por no poder respirar, sino porque puede inhalar el dióxido de carbónico de su propia respiración.
Muerte súbita del lactante
Por otra parte, es importante tener en cuenta que uno de los factores de riesgo de la muerte súbita del lactante es dormir con almohada u otros objetos blandos en la cuna. Según los estudios, también tienen más probabilidades de sufrir una muerte súbita los bebés que duermen boca abajo, los que duermen muy abrigados o los que provienen de madres que han fumado durante el embarazo o cerca del pequeño tras el nacimiento.
Almohadas para evitar la plagiocefalia postural
Por último, queremos comentarte que los expertos sí recomiendan el uso de las almohadas diseñadas para evitar la plagiocefalia postural, que están adaptadas a la cabeza de los bebés.