Se ha hablado mucho sobre cómo deben actuar niños y padres frente al bullying, aunque normalmente solemos centrarnos en el papel de las víctimas. Sin embargo, también es importante que prestemos atención a la otra parte. Como padres, no solo debemos hacer todo lo posible para ayudar a nuestros hijos a defenderse del acoso escolar, sino que tenemos que conseguir que no se conviertan en acosadores.
Hoy en Rincón del Peque queremos darte algunos consejos para que logres que tu hijo no se transforme en uno de esos niños que hace bullying. ¿Nos acompañas?
Ser un buen ejemplo
Lo primero que debemos hacer los padres para conseguir que nuestros hijos no se conviertan en acosadores es evitar inculcarles la idea de que para ser importantes y valiosos deben estar por encima de los demás. Por supuesto, también hay que enseñarles que no es necesario agredir a otros.
Es importante que los pequeños no vean a sus padres haciendo burlas o chistes de mal gusto sobre otras personas. De hecho, los progenitores tenemos que esforzarnos en ser un buen ejemplo, no comportándonos de manera agresiva ni con ellos ni con los demás.
Respeto, empatía y solidaridad
Por otro lado, debemos enseñar a los niños a ser respetuosos y amables con los demás. Otros valores que hay que inculcarles son la empatía y la solidaridad, especialmente con aquellos con quienes tienen más diferencias: personas de otra religión, sexo, raza, apariencia física, posición económica…
Qué hacer ante un hijo agresor
Si te enteras de que tu hijo está haciendo bullying a algún compañero, lo primero que tendrás que hacer es reconocer la realidad, y no defender al niño ni culpar a la otra parte. En lugar de eso, debes ponerte manos a la obra para solucionar el problema. En este sentido, es importante tener en cuenta que con el castigo no basta, sino que hay que hacerles ver que lo que han hecho está mal, que se arrepientan y que hagan algo para reparar el daño. Dicho de otra manera, hay que enseñarles a ser protagonistas en positivo en vez de serlo en negativo.
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