Existen diferentes actividades y experiencias que tus hijos pueden vivir durante el verano. Los campus deportivos posicionan su oferta de entretenimiento entre niños y adolescentes. Es un tipo de programación que promueve la realización de ejercicio y deporte en un entorno seguro y saludable.
¿Qué aportan los campus deportivos para niños a los participantes?
En consecuencia, los campus para niños previenen el sedentarismo durante las vacaciones. Favorecen el desarrollo de hábitos saludables a largo plazo por medio de un estilo de vida activo y el contacto con la naturaleza. Los campus deportivos refuerzan la educación en valores que están directamente relacionados con el ámbito del deporte, pero también con la vida: compañerismo, colaboración, humildad, superación, constancia, perseverancia, esfuerzo…
En este contexto, una disciplina deportiva se convierte en el hilo conductor elegido para formar a los niños en el autocuidado, la protección del bienestar y los valores. Aunque también aprenden nuevas técnicas y herramientas sobre una materia concreta. Es decir, un campus deportivo proporciona un espacio para entrenar, aprender y evolucionar como deportista que cultiva una afición en su tiempo libre.
Los campus deportivos facilitan la conciliación familiar durante el verano
La infraestructura de los campus de verano proporciona nuevos medios educativos a niños que crecen y aprenden en conexión con el grupo. Aunque cada participante también recibe una orientación personalizada que refuerza su potencial. La participación en un campus de verano eleva el nivel de autonomía del niño que está perfectamente acompañado y atendido por monitores especializados.
Por su parte, las familias valoran la calidad de la oferta como un medio que favorece la conciliación en un periodo tan complejo como las vacaciones estivales. El deporte se convierte en un juego que potencia el bienestar integral, la interacción social, la concentración, el sentido de pertenencia y la conexión con la naturaleza.