Los bebés sufren las altas temperaturas tanto o más que nosotros, ya que encima no nos pueden decir si tienen o no calor. Lo que sí que debemos tener muy claro es que el sistema que regula la temperatura en los bebés aún no está del todo desarrollado, por lo que hay que extremar las precauciones durante esta época del año, sobre todo durante los periodos de ola de calor.
Lo que hoy vamos a hacer en Rincón del Peque es ofrecerte algunos consejos prácticos para que tu bebé se mantenga fresquito a pesar de las altas temperaturas. ¿Te gustaría acompañarnos?
En casa
La primera recomendación que queremos darte es para los momentos en los que estés en casa. Así, lo que debes procurar en estos ratos es que la temperatura de tu hogar se mantenga entre los 22 y los 24 grados. Por supuesto, es importante que el aire acondicionado no se dirigida directamente al pequeño. Y si no tienes este tipo de aparatos, procura mantener las persianas bajadas cuando el sol dé en las ventanas y aprovecha las corrientes de aire.
La importancia de la hidratación
Por otro lado, es esencial que mantengas al bebé hidratado, lo que quiere decir que tendrás que ofrecerle entre 0,6 y 0,7 litros de líquido. Eso sí, en niños mayores de un año, lo ideal es que beban entre 1,3 y 1,4 litros. Además de agua, podrás ofrecerle zumos y alimentos como frutas y verduras, que son ricos en agua. En cuanto a los bebés lactantes, algunos expertos aseguran que deberán mamar siempre que lo pidan, ya que es una forma de saciar su sed.
Salir a la calle
A pesar del calor, el niño deberá salir a la calle. Eso sí, procura que no sea en las horas más cálidas del día. Así, lo ideal es salir a pasear o ir a la piscina o a la playa durante las primeras horas de la mañana o cuando el sol comienza a decaer. Si no te queda más remedio que salir con el niño durante las horas de más calor, procura que siempre sea por zonas frescas y con sombra. En cuanto a la ropa, procura evitar las prendas de licra y ajustadas y opta por prendas holgadas de tejidos que transpiren como el lino o el algodón. Y si todavía no camina, puedes dejarle descalzo.