A los niños no suele gustarles el pescado, pero es fundamental que lo consuman, ya que numerosos estudios han desmostado sus beneficios para la salud. Y es que mientras el pescado blanco aporta calcio, hierro, yodo y vitaminas A, B1, D y E; el azul es fuente de ácidos grasos omega-3. Así, muchos expertos recomiendan el consumo de ambos tipos al menos dos veces por semana. Eso sí, debes saber que el azul no debe introducirse en la dieta de los bebés hasta los 18 meses (el blanco a partir de los 12 meses).
Si tu hijo no quiere comer pescado, te recomendamos que no te pierdas nada de lo que te contamos a continuación, ya que hoy vamos a darte algunos trucos para que lo consigas
Llama al pescado por su nombre
En primer lugar, queremos recomendarte que cuando sirvas pescado lo denomines por su nombre (merluza, gallo, boquerones…). De esta manera, si el pequeño de la casa tiene una mala experiencia algún día (por una espina o por el sabor), no lo asociará al pescado en general. Eso sí, es esencial que nunca le obligues a comérselo o a la fuerza o bajo amenazas.
Implica al pequeño en su preparación
Por otra parte, es buena idea implicar al niño en la compra y la preparación del plato. De hecho, a la hora de comprar puedes aprovechar para hablarle de las diferentes especies para que crezca su curiosidad.
La preparación
Existen muchos trucos que puedes poner en práctica a la hora de preparar y servir el pescado. Por ejemplo, es mejor que no se lo ofrezcas como segundo plato, ya que podría estar saciado. Además, es buena idea que acompañes el pescado de salsas que gusten al pequeño. Por supuesto, deberás cuidar mucho la presentación, ya que los niños comen por los ojos. Así, puedes apostar por platos atractivos y divertidos.
Pescados que les gustan
Por otra parte, es importante que tengas en cuenta que algunas conservas de pescado suelen ser del agrado de los niños, además de ser muy beneficiosas. Además, siempre puedes ofrecerles el pescado en concretas, ensaladillas, empanadillas, sopas, paella… Por último, debes saber que es esencial que los adultos prediquemos con el ejemplo y comamos pescado.