Existen muchas circunstancias que generan un cambio en el proyecto de vida de una familia. Por ejemplo, por motivos profesionales, puede ser necesario que padres e hijos se muden a un nuevo destino. Y, en consecuencia, eso implica cerrar una etapa para comenzar otra en ese lugar. Un cambio de colegio puede enmarcarse en una situación de estas características. ¿Qué ventajas plantea esta situación?
1. Conocer nuevos amigos
El niño va a coincidir en clase con otros compañeros. Aquellos niños que desconoce en el primer día de asistencia al aula, pronto se convierten en su nueva pandilla. El pasado de lo ya vivido siempre quedará en el recuerdo pero, en este horizonte temporal, comienza un nuevo periodo de ilusión.
2. Desarrollo de habilidades
El cambio no afecta de igual modo a todos los alumnos. En cualquier circunstancia, el cambio sí puede resultar incómodo, puesto que rompe con la rutina conocida hasta entonces. Para adaptarse a ese nuevo escenario, el niño desarrolla y ejercita sus habilidades.
3. Las ventajas superan a los inconvenientes
Cuando realizas un análisis de la situación, y pones en relación los aspectos positivos y los negativos, puedes concluir que los beneficios de esta experiencia son muy numerosos. No se trata de ignorar los puntos negativos, sino de poner el foco de atención en lo más importante.
4. Crear recuerdos en un nuevo lugar
El alumno aprende a cerrar etapas. Tiene un arraigo en el lugar en el que ha vivido hasta ahora. Pero su historia de vida muestra un nuevo capítulo que enriquece la etapa previa.
5. Elegir un colegio mejor
Tras la experiencia previa en la elección de un colegio, y la participación en la vida académica de ese centro, surge la oportunidad de elegir una escuela que ofrezca más recursos y herramientas a las familias y a los alumnos.