La mayoría de expertos en nutrición infantil coinciden en que los niños deberían disfrutar de cinco comidas al día: desayuno, almuerzo a media mañana, comida a mediodía, merienda por la tarde y cena. De todas estas comidas, la más importante es el desayuno que, según los especialistas, debería cubrir el 25% de las necesidades calóricas del día.
Hoy en Rincón del Peque te contamos por qué es tan importante que los niños desayunen antes de ir al cole. Además, te contamos cómo debería ser un buen desayuno. ¿Te gustaría acompañarnos?
La mayoría de niños no desayuna bien
La rutina matutina en el hogar suele ser un poco ajetreada, así que para no llegar tarde al colegio, muchos niños no toman un desayuno adecuado o, incluso, no comen nada. Y aunque, por suerte, la gran mayoría sí que desayuna, el porcentaje de los que lo hace correctamente es bastante bajo (alrededor del 30%).
Beneficios del desayuno adecuado
Aunque muchos no lo hacen, los padres deberíamos caer en la cuenta de que tras tantas horas de sueño y, por tanto, ayuno, el cuerpo necesita energía, sobre todo teniendo en cuenta la gran cantidad de actividades que los niños tienen que realizar durante el día. Si no se proporciona al pequeño las energías que su cuerpo necesita, éste recurrirá a las reservas y, por tanto, no rendirá a pleno funcionamiento. Como consecuencia, es posible que baje su rendimiento físico e intelectual.
Así, debes saber que un buen desayuno proporciona a los más pequeños de la casa mayores defensas, por lo que serán más fuertes ante las enfermedades. Además, desayunar de manera correcta les permite tener un peso saludable y mejorar su rendimiento escolar.
En qué consiste un desayuno adecuado
Según nos explican desde la Asociación Española de Pediatría, un buen desayuno debería incluir un lácteo (leche, yogur, queso fresco…), un cereal (pan, cereales con copos, galletas…); una fruta (ya sea entera o en zumo) y algo de grasa (aceite de oliva, mantequilla o margarina) para acompañar el pan.