La celebración de la fiesta de fin de curso es un auténtico acontecimiento en el ámbito académico. ¿Qué ventajas y beneficios proporciona un evento que une al centro y las familias?
1. Una tradición previa a las vacaciones
La creación de una rutina durante la infancia no se contextualiza, únicamente, en el día a día. También existen tradiciones que influyen positivamente en la planificación del calendario. Y la fiesta de fin de curso actúa como un punto de inflexión en la vida escolar.
2. Superar el miedo escénico en niños
Los alumnos son los verdaderos protagonistas de las actuaciones que componen el programa de la fiesta de fin de curso. Se llevan a cabo diferentes representaciones que, desde el punto de vista práctico, aportan una experiencia positiva para prevenir o superar el miedo escénico.
3. Aprender a colaborar en equipo
Cada participante ocupa un lugar importante en la fiesta de fin de curso. El valor de una actuación no está determinado por el nivel de protagonismo de un papel determinado. El proyecto definitivo tiene la visión de un equipo que se afianza sobre los pilares de la colaboración y la ayuda mutua.
4. La magia de la celebración
Con frecuencia, la recta final de curso se vincula con los resultados académicos. Sin embargo, la fiesta que pone fin a un nuevo ciclo transcurre en un ambiente distendido que potencia la diversión, el entretenimiento, la convivencia y la comunicación. Es un acto de celebración para todos: profesores, alumnos y familias.
5. Un espacio de convivencia entre alumnos de diferentes cursos
La fiesta de fin de curso tiene un enfoque colaborativo y participativo puesto que intervienen alumnos de diferentes edades. Todos ellos forman parte de una institución educativa que proyecta sus valores esenciales no solo en el aula, sino también en los eventos que lleva a cabo durante el año.