El juego es un ingrediente que acompaña a los niños durante el proceso de crecimiento. Pero este ingrediente adquiere formas diferentes durante la niñez, porque se adapta a las necesidades de cada etapa del desarrollo. ¿Cuál es el elemento esencial del juego heruístico? El descubrimiento, es decir, el encuentro con la realidad a través de objetos cotidianos. ¡Descubre qué es el juego heurístico!
Un juego que alimenta el descubrimiento en un entorno seguro
Por medio de este proceso, que se enmarca en el periodo comprendido entre el primer y el segundo año, el niño identifica colores, texturas y formas. El juego heurístico propicia la experimentación a partir del uso de materiales muy sencillos. El propio hogar se convierte en el escenario ideal para llevar a cabo esta interacción con el medio. En ese caso, es necesario preparar el entorno para que el niño potencie su autonomía en un contexto seguro y adaptado a sus necesidades.
Los materiales empleados para alimentar el descubrimiento a través del juego heruístico pueden colocarse en una cesta. Y, de este modo, el peque elige el material que quiere utilizar desde la libertad. Los materiales seleccionados para propiciar la interacción infantil deben estar limpios y no suponer ningún tipo de riesgo para el menor.
El niño se convierte en protagonista principal de su propio aprendizaje. Adopta un papel activo. A través del juego heurístico los niños descubren posibilidades de entretenimiento en artículos cotidianos del hogar que no son juguetes. Y, a su vez, también aprenden a organizar y ordenar los materiales utilizados.
Beneficios del juego heurístico
El niño asimila información nueva, observa la conexión entre distintos elementos. El juego heurístico también tiene un importante valor sensorial, por ello, estimula la vista, el oído, el tacto y el olfato. Es un entretenimiento que conecta con la libertad, puesto que el peque toma decisiones de forma espontánea.