Con la proximidad del verano, llega el momento de tomar decisiones relacionadas con la conciliación familiar. Las escuelas de verano son espacios educativos que promueven actividades divertidas para niños en ciudades y pueblos. El alumno acude a este entorno durante las vacaciones, donde aprende igual que en el colegio, pero en un contexto más distendido. ¿Cuáles son las ventajas que las escuelas de verano aportan a niños y familias?
1. Aprovechar el tiempo
Las vacaciones de verano son muy largas y, después de varias semanas, el aburrimiento también puede hacer acto de presencia en la agenda infantil. Las escuelas de verano son sinónimo de descubrimiento, aprendizaje, objetivos cumplidos, juegos, compañerismo y nuevas aventuras.
2. Socialización
En ocasiones, los niños pierden el contacto con algunos de sus amigos de clase cuando las agendas de las familias se alejan de la rutina habitual. Y, sin embargo, una escuela infantil aporta el espacio ideal para conocer gente nueva, poner en práctica las habilidades sociales y crear bonitos recuerdos en compañía de otros amigos.
3. Conciliación
Las vacaciones escolares no coinciden con el horario de descanso de los trabajadores. Por ello, padres y madres deben diseñar un calendario estival que propicie la organización de las distintas responsabilidades. Para llevar a cabo esta planificación conviene tener en cuenta distintos recursos. Una escuela de verano es un ejemplo de ello, y al igual que un campamento, ofrece un calendario interesante de actividades.
4. Combinar el entretenimiento y el aprendizaje
El aprendizaje no termina con el fin del curso escolar. A lo largo de este periodo académico, los estudiantes han logrado los objetivos educativos. Pero el aprendizaje también forma parte del verano como muestra el fomento del hábito de la lectura, el turismo cultural o la participación en escuelas estivales. Las actividades llevadas a cabo en estos centros son divertidas y didácticas.