Existen distintas actividades de animación a la lectura que potencian la felicidad de las experiencias literarias en torno al libro. La poesía es un arte que está vinculado a nombres que dejaron su legado de sabiduría para la eternidad: los poemas de Gloria Fuertes, que han acompañado a niños de tantas generaciones, son un ejemplo de ello. La poesía tiene distintas formas de mostrar su creatividad. En ocasiones, esta disciplina muestra su significado a través de la expresión visual.
Contar una historia más allá de la imagen
La poesía visual no solo utiliza la palabra, sino también el lenguaje de la imagen para transmitir una historia de forma atractiva. Una fórmula que despierta la curiosidad, la atención y la concentración de aquellos niños que se aproximan a la realidad a través de esta contemplación. Esta es una disciplina que tienen un importante valor educativo y, además, también se planifican talleres especializados sobre esta temática.
Este tipo de creación muestra la comunicación que existe más allá de las palabras. Por tanto, el arte está muy presente en esta forma de experimentación. Una experimentación de la que los niños son espectadores cuando se posicionan como observadores de la obra de distintos autores, pero también son artistas cuando emprenden un proyecto creativo en torno a este hilo conductor. Además, incluso cuando los niños observan la obra realizada por otros artistas, también completan dicho trabajo con su punto de vista y su imaginación.
Expresión de la belleza en un concepto visual
La poesía visual produce otro beneficio importante en la infancia: el encuentro con la belleza. La belleza es un concepto que encuentra distintos caminos para manifestarse y este es un ejemplo de ello en el marco propio de la literatura. A través de la poesía visual los niños observan la conexión entre palabras a imágenes. Y aprenden nuevo vocabulario en cada lectura.