Un proceso de divorcio puede ser complejo a nivel emocional para quien debe asimilar una nueva realidad. Sin embargo, aunque el cambio se manifiesta de forma significativa en una ruptura matrimonial, existe una cuestión que debe prevalecer en todo momento: el interés superior del menor.
Protección de los derechos del niño
Un interés que remite a la protección de los derechos del niño de tal forma que el entorno propicie su desarrollo, su bienestar y su felicidad. Todas las decisiones que se tomen en la vida familiar después del divorcio, deben estar alineadas con este principio.
El término interés superior del menor se enmarca en el ámbito del derecho, y tiene aplicación práctica en la vida diaria. Este concepto está muy presente en lo relativo a la custodia de los hijos después del divorcio. Y, también, en la búsqueda de soluciones en aquellos conflictos familiares que se producen entre las partes.
Existen muchos aspectos que distancian a una pareja que se separa, pero conviene poner el punto de atención en los nexos de unión. La responsabilidad del cuidado de los hijos es un ejemplo de cómo, más allá de las diferencias, cada uno tiene la capacidad de crear un entorno feliz para su hijo.
Bienestar emocional y desarrollo integral del menor
Cuando se produce una situación en la que intervienen distintos intereses, existe un principio que sobresale por encima de cualquier otro. El principio comentado en este artículo es una referencia constante. De este modo, es posible potenciar la calidad de vida del niño, su bienestar emocional y su desarrollo integral. Al tomar decisiones que influyen de manera directa en el menor, conviene atender aquello que es más adecuado a partir de sus derechos y sus necesidades.
Tomar decisiones de mutuo acuerdo siguiendo el interés superior del menor no solo es importante en un proceso de divorcio o separación, sino en cualquier circunstancia.