¿Tu hijo tiene un amigo imaginario y estás preocupado por ello? ¡Pues debes estar tranquilo! De hecho, es algo de lo más normal. Muchos estudios aseguran que más de la mitad de los pequeños hasta los siete años tienen un amigo invisible. Y no creas que solo es cosa de niños tímidos o con problemas de comunicación, sino que le puede suceder a cualquier niño.
Para que no tengas de qué preocuparte, hoy en Rincón del Peque vamos a contarte todo lo que tienes que saber sobre los amigos imaginarios de los niños.
No es peligroso
Lo primero que queremos que tengas claro es que tener un amigo imaginario no resulta peligroso para el pequeño de la casa y, por supuesto, no tiene nada que ver con que el niño tenga un problema psicológico. Además, es importante que sepas que este amigo invisible no tiene que influir en la socialización de tu hijo, al menos según muchos expertos, que aseguran que pueden llegar a tener muchos amigos de carne y hueso. Por el contrario, es bueno para desarrollo de la habilidad comunicativa y del razonamiento. Eso sí, deberás consultar con un especialista si el niño no juega con otros niños o no se siente cómodo con este amigo invisible.
Cómo actuar frente a un amigo imaginario
Lo que los especialistas recomiendan es que los padres no le den demasiada importancia al hecho de que los niños tengan un amigo imaginario, aunque no deberán negarlo. Simplemente, deberán verlo como un juego, del que podrán sacar provecho. ¿Cómo? Utilizándolo como una herramienta para relacionarse con el menor: mientras los padres pueden enseñar normas y hábitos, y corregir conductas, los niños pueden expresarse a través del amigo imaginario.
Los amigos invisibles más típicos
Aunque los amigos invisibles pueden adquirir diferentes formas, lo más normal es que se materialice en forma de un personaje, sobre todo un niño que tiene poderes o características especiales. También es habitual que se trate de un juguete que adquiera vida propia.