El verano tiene muchas cosas buenas pero, desde luego, la vuelta de los insectos no es una de ellas. Y es que sus picaduras pueden hacerle pasar un mal rato a nuestros hijos. Por suerte, hoy en día podemos encontrar en el mercado una gran cantidad de repelentes, productos químicos que pueden proteger a nuestros hijos de las picaduras. Eso sí, es importante escoger el repelente adecuado y, por supuesto, utilizarlo de la forma correcta.
Hoy en Rincón del Peque te contamos todo lo que tienes que saber sobre el uso de repelentes de insectos en niños. ¿Nos acompañas?
Los repelentes más y menos eficaces
Como te hemos comentado antes, es posible encontrar en el mercado diferentes tipos de repelentes de insectos, pero debes saber que no todos son adecuados para los peques. Así, muchos expertos coinciden en que ni los brazaletes con repelentes químicos ni los dispositivos ultrasónicos son eficaces.
En cambio, los repelentes que contiene DEET (disponibles en lociones, cremas y rociadores) o picaridin/icaridin son bastante eficaces. Y aunque su eficacia es menor, también se recomienda los que llevan IR-3535, piretrina, citridiol y citronela. Eso sí, es importante que tengas en cuenta que en menores de 2 meses no es recomendable utilizar DEET.
Cómo aplicar
A la hora de aplicar los repelentes de insectos en niños, es importante que sigas las instrucciones de la etiqueta. Además, siempre es recomendable aplicar un poco de producto en una pequeña área de la piel para comprobar si produce reacción. Por supuesto, es mejor que lo apliquen los adultos, primero en las manos y luego en la piel del niño.
Lógicamente, tendrás que evitar que el producto entre en los ojos y la boca de los pequeños. Además, tendrás que tender cuidado al usar el repelente alrededor de los oídos. Por otro lado, te recomendamos no aplicar en las manos, ya que podría llevárselas a la boca, ni en la piel cubierta por la ropa.