Los padres solemos dedicarle mucho tiempo a la decoración de la habitación infantil, pero a veces dejamos en un segundo plano la elección del colchón, dándole prioridad a otros elementos del dormitorio, como el escritorio o el armario. Lo que debemos tener muy claro es que no acertar con la elección del colchón puede provocar consecuencias negativas para la salud de los más pequeños de la casa.
Hoy en Rincón del Peque queremos contarte cómo debe ser el colchón de un niño para proporcionarle el descanso adecuado. Eso sí, dejamos a un lado los colchones para bebés, de los que hablaremos en otra ocasión. ¿Te gustaría acompañarnos?
Firmeza y flexibilidad
En primer lugar, es importante que el colchón tenga una estructura firme. Eso sí, algunos expertos señalan que dependiendo del peso se deberá escoger un grado de firmeza u otro: de 1 a 10 kilos, nivel de firmeza grado 1; de 10 a 20 kilos, nivel de firmeza grado 2; de 20 a 30 kilos, nivel de firmeza grado 3. Por otra parte, es esencial que el colchón sea flexible para que se adapte al cuerpo del pequeño, y que éste distribuya su peso de manera uniforme. Lo importante es que el colchón le permita tener libertad de movimiento y cambiar de postura.
Materiales
Por otra parte, te recomendamos que escojas colchones diseñados con materiales transpirables y con un buen sistema de ventilación para que el pequeño tenga una temperatura corporal adecuada mientras duerme. Además, es aconsejable apostar por modelos confeccionados con tratamientos anti-ácaros e hipoalergénicos. Por otro lado, debes saber que los expertos recomiendan colchones de muelles con viscoelástico o colchones viscoelásticos.
Funda
Independientemente del colchón que escojas, deberás cubrirlo con una funda protectora para mantenerlo limpio y que dure más tiempo. Por último, queremos recomendarte que cambies el colchón cada cinco años.