La tecnología es un recurso que forma parte de la vida familiar, la fortaleza de los medios técnicos depende, principalmente, de su uso. Si los niños ya utilizan la tecnología, entonces, es positivo acompañarles en el aprendizaje de esta experiencia al limitar su uso.
1. Periodos breves de tiempo
Una de las razones por las que conviene contextualizar el uso de la tecnología a un periodo muy breve de tiempo en la rutina del hogar es que, este tipo de propuesta, puede centrar la atención del niño durante muchos más minutos. Y eso supondría desplazar a un segundo plano actividades que son muy necesarias como los juegos tradicionales.
Para contextualizar este uso de la tecnología explica al niño cuáles son esos momentos en los que puede utilizar esta fuente de entretenimiento.
2. La tecnología no debe tapar el aburrimiento
El aburrimiento infantil no solo es necesario sino también positivo. Sin embargo, si la respuesta del padre o la madre es ofrecer recursos de entretenimiento que llenan cualquier forma de vacío, no le permiten descubrir plenamente esta vivencia y desarrollar sus propios recursos para afrontarla.
3. Dar ejemplo en el uso constructivo de la tecnología
Tal vez esto sea lo más complejo en algunos casos. El uso moderado de la tecnología no solo es necesario en la niñez, sino que también debería ser una prioridad en la etapa adulta para que las ventajas de este medio no terminen convirtiéndose en un inconveniente. Por tanto, reflexiona sobre tus propios hábitos para reaprender nuevamente.
3. Crea un espacio seguro en Internet
Además de limitar el tiempo de uso de la tecnología también es importante acompañar a los niños en este aprendizaje creando un entorno seguro al utilizar alguna herramientas de control parental que previene experiencias de riesgo para los niños. Por ejemplo, el posible contacto con desconocidos a través de la red.