Las escuelas de padres muestran la importancia que el acompañamiento tiene en la crianza, la educación y la vida familiar. Sin embargo, la asistencia a un programa especializado no garantiza el aprendizaje inmediato. La clave del éxito en el proceso de descubrimiento de nuevas habilidades depende, principalmente, de la implicación de los asistentes. Te damos las claves para aprender grandes lecciones en una escuela de padres.
1. Amplía tu punto de vista
Las escuelas de padres ofrecen el marco ideal para compartir reflexiones, vivencias y perspectivas. Cada asistente puede aportar información que complementa tu visión sobre una situación. No te quedes en la superficie de una realidad: sal de la zona de confort. Escucha atentamente sin juzgar de un modo negativo aquello que no se ajusta a tu criterio.
2. Pon en relación los contenidos teóricos con tu experiencia práctica
Las escuelas de padres tratan cuestiones que se alinean con los intereses de los participantes. Por ello, es probable que puedas observar una conexión entre los temas tratados en el aula y las situaciones de la vida familiar. Establece una vinculación entre la teoría y la práctica.
3. No busques la perfección
Las escuelas de padres ofrecen orientación, asesoramiento, información práctica y herramientas de apoyo. Potencian la mejora continua en padres y madres por medio de una crianza consciente y responsable. Pero no confundas la evolución personal con la perfección. De hecho, también puedes poner en común las dudas, los posibles errores y aquellos aspectos que te gustaría mejorar. Seguro que se produce una retroalimentación significativa.
Muchos de los retos que afrontas como padre, son similares a las circunstancias que se enmarcan en otros hogares. Esa semejanza crea un contexto muy especial para alimentar un diálogo entre quienes protagonizan una misma etapa vital.