El objetivo de compartir tiempo de juegos en familia puede girar en torno a la sencillez de pasatiempos educativos que ponen en el centro a la palabra. En Rincón del Peque enumeramos cinco ejemplos.
Trabalenguas infantiles
La pronunciación en voz alta de estos juegos de palabras tiene una semejanza con la poesía, ya que la sonoridad de las palabras en este ejemplo, al igual que en un poema, también es importante. Pero, además, la vivencia de pronunciar los trabalenguas produce humor por la propia dificultad inherente a esta composición.
Sopas de letras para niños
Formar palabras en torno a una temática o campo semántico determinado es un ejercicio que también puede aportar dosis de entretenimiento durante las vacaciones. Sopas de letras que también pueden convertirse en recursos pedagógicos para aprender inglés. Un pasatiempo que pone el acento en el aprendizaje del lenguaje y en la asimilación de nuevas palabras pero desde una mirada lúdica.
Chistes
La felicidad del presente también es mayor a partir del sentido del humor que produce el efecto contagio como muestra el sonido de la risa en el grupo familiar. Los libros de chistes infantiles ofrecen en sus páginas un contenido de ingenio y humor.
Adivinanzas
La curiosidad estimula en los niños el deseo de aprender. El formato de la adivinanza conduce a la resolución de ese planteamiento inicial. Una de las ventajas de este juego de palabras es que es perfecto para compartir en grupo.
Crear historias
Uno de los hábitos de lectura que puede formar parte de la vida familiar es el instante diario de la lectura de un nuevo cuento que aporta nuevas dosis de magia a la infancia. Una familia también puede desarrollar su expresión creativa a través del arte de crear historias bonitas en el transcurso de las vacaciones de verano.