La depresión postparto es una alteración del ánimo que produce sufrimiento a aquella persona que tras haber sido madre experimenta síntomas vinculados a la tristeza. ¿Cuáles son los factores de riesgo que pueden agravar la situación?
Desinformación
Existen muchos mitos falsos en torno a la inteligencia emocional que pueden hacer que una persona no preste importancia a su malestar o lo reprima porque se siente culpable por sentirse de este modo. Esto hace que la persona no consulte los síntomas con un experto en psicología para favorecer un diagnóstico temprano.
Soledad y aislamiento
La persona tiene una red de vínculos sociales. Sin embargo, la depresión postparto puede producir un doble efecto de soledad. Por una parte, quien se siente en este punto, tiende a aislarse de su entorno más cercano. A su vez, los demás pueden distanciarse al no entender algunos de los comportamientos de esa persona.
Idealización social
En la vida en general, existe una enorme distancia entre la realidad observada en sí misma y la idealidad proyectada a partir de ese marco de acción. Sin embargo, el efecto de esta idealización es todavía más negativo cuando se trata de una experiencia tan vital como la maternidad. Cuando una persona pone sobre sí misma el peso del perfeccionismo siente que nunca está a la altura del estereotipo.
Circunstancias personales
Cuando una persona se convierte en madre, este hecho marca un punto de inflexión evidente en su vida presente respecto a su pasado inmediato. Sin embargo, este cambio no siempre viene de manera aislada. Cuando se juntan distintas circunstancias de cambios significativos en un mismo periodo vital pueden hacer que la persona se sienta desbordada por una realidad a la que no termina de adaptarse.
Estos son algunos de los factores de riesgo de la depresión postparto que conviene tener en cuenta desde el punto de vista de la prevención.