¿Tienes una habitación libre en casa? ¿Pues por qué no creas una sala de juegos para los más pequeños de la casa? De esta manera, el dormitorio de tus hijos quedará más despejado y los peques podrán jugar de forma cómoda. Eso sí, si no dispones de estancias de sobra, también puedes crear una zona de juegos en otras zonas del hogar, como el salón, tu despacho o su propia habitación.
Hoy en Rincón del Peque queremos ofrecerte algunas buenas ideas y consejos para que crees una zona de juegos. ¡No te lo pierdas!
Una zona de juegos a su medida
Lo primero que queremos recomendarte es que crees la zona de juegos teniendo en cuenta los gustos de tus hijos: el deporte, disfrazarse, jugar con muñecos, leer, pintar… De esta manera, podrás crear un área a su medida. Eso sí, si dispones de una habitación completa, es buena idea que la dividas en diferentes áreas: la zona de teatro, la de la pizarra, la de jugar con muñecos… Esto también te servirá para mantener el espacio más organizado y ordenado.
Elementos imprescindibles
Independientemente del espacio disponible, hay algunos elementos que no deberían faltar en la zona de juegos. Así, por ejemplo, te recomendamos colocar sistemas de almacenaje: armarios, cajoneras, cajas, baúles, cestas… Lo más importante es que el pequeño tenga un lugar para guardar sus juguetes cuando toque recoger. También es buena idea añadir una silla y una mesa adaptadas a su tamaño. Si no tienes espacio para tanto, procura, al menos, crear una zona en la que el pequeño pueda estar sentado de forma confortable, añadiendo alfombras, cojines, mantas…
Ideas que encantarán a los pequeños
Si quieres que tus hijos se lo pasen en grande en este lugar, puedes incorporar columpios, que podrás colgar del techo. Eso sí, es importante que estén bien anclados para evitar accidentes. También es buena idea colocar una casa de muñecas, una casita para que puedan meterse dentro, un tipi, muros de escalada… Por último, no debes olvidar decorar las paredes con colores y estampados divertidos a través de la pintura, el papel pintado, los vinilos, los cuadros… Eso sí, si se trata de una estancia pequeña y poco luminosa, deberán predominar los tonos claros, especialmente el blanco.