Estar embarazada es una de las experiencias más hermosas que puede vivir una mujer, si bien es cierto que también implica algunos cambios que en cierto modo pueden resultar negativos. Por eso, es esencial que durante la etapa de gestación la mujer adopte algunos cuidados y rutinas nuevas que permitirán que todo marche sobre ruedas.
Por ejemplo, es importante tener en cuenta que aunque la higiene íntima femenina es siempre importante, lo es aún más cuando se está embarazada. Te contamos por qué a continuación. Además, te damos algunos prácticos consejos para llevar a cabo esta higiene. ¿Nos acompañas?
Cambios hormonales
Lo primero que hay que tener en cuenta es que, durante el embarazo, el sistema hormonal cambia, produciendo algunos trastornos en el aparato genital, como el aumento del flujo vaginal o la dilatación de los vasos sanguíneos.
Aumento de flujo vaginal
En principio, el aumento de flujo vaginal no debe suponer ningún problema, ya que éste se encargada de limpiar la vagina y protegerla de irritaciones. Sin embargo, la ropa interior puede provocar que esta zona no transpire bien y, como consecuencia, el exceso de humedad puede provocar irritaciones, picores y hongos. Por tanto, es recomendable no usar lencería sintética. Por otro lado, debes saber que si el flujo huele mal puede deberse a una infección, por lo que deberás acudir al ginecólogo de forma inmediata.
Consejos para la higiene íntima
Lo más recomendable si estás embaraza es que te laves diariamente con soluciones específicas para embarazadas, te limpies la zona perineal de adelante hacia atrás, te laves las manos antes y después de ir al baño, elimines la humedad de la zona y no te apliques duchas vaginales. De lo contrario, podrías irritar o alterar el pH de la zona. Además, es mejor que no abuses de los protectores íntimos y que no utilices desodorantes para las zonas íntimas.
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