Es bueno tener clara una cosa: dar el pecho no es doloroso, o por lo menos no debería serlo. Otra cosa es que haya algo que no esté bien, en cuyo caso podemos tener problemas durante varios meses.
Lo más importante es tomar medidas preventivas para que no ocurra, pero si ocurre es importante mantener la calma porque en la mayoría de los casos existe una solución.
Causas
La Asociación Española de Pediatría (AEP) defiende que pueden producirse grietas en el pecho cuando el pequeño no lo coge como es debido. Su mala posición a la hora de mamar puede ser la culpable, pero también puede pasar que la madre tenga problemas anatómicos como el pezón plano o invertido. Además, el niño también puede tener problemas anatómicos como la mandíbula retraída o el frenillo sublingual corto.
Hay que tener en cuenta que las grietas en el pecho se pueden curar, pero es mucho más fácil prevenirlas. Eso significa que hay que estar atento a la postura del bebé a la hora de mamar, comprobando que lo haga bien y sin producir heridas en el pezón.
Rozar la nariz del niño con el pezón es una buena solución. Eso hace que el pequeño abra la boca como si fuera a bostezar, y es en ese momento cuando hay que introducir el pecho en su boca para que el pezón vaya a parar al fondo del paladar, muy cerca de la campanilla.
El pezón agrietado no tiene por qué doler si el bebé está mamando de forma correcta. Si esto sucede durante varios días, la herida sanará y los problemas desaparecerán. Si por el contrario sigue doliendo, se recomienda introducir un dedo por la comisura de la boca del pequeño para no tirar del pecho con fuerza, ya que esto podría incrementar el dolor.
Entre las causas que pueden hacer que aparezca ese dolor que acabo de mencionar, encontramos el hecho de retirar el bebé del pecho de forma brusca, las infecciones, que la madre sufra dermatitis o el síndrome de Raynaud. Este último se manifiesta cuando la punta del pezón cambia de color después de cada toma. Suele pasar de blanca a morada y luego se pone rosada. Es un problema que por ahora no se sabe porque se manifiesta.
Cómo reducir el dolor
Para terminar, decir que cualquier madre lactante con dolor de pezones puede aliviar su problema aplicándose compresas de hielo picado antes de cada toma. Eso sí, cuando las heridas son demasiado dolorosas se recomienda extraer la leche para dársela después hasta que éstas cicatricen.