Transmitir los valores de la lectura a los niños resulta un proceso más sencillo cuando el propio progenitor integra este hábito como un placer en su vida. Sin embargo, también puede producirse otra contradicción a nivel literario o cultural: un padre puede querer comprometerse con el deseo de fomentar el interés lector en su hijo, sin embargo, él no disfruta verdaderamente de novelas, biografías, ensayos, poemas y otro tipo de géneros. ¿Cómo educar en el valor de la lectura a tu hijo si, como padre o madre, no te gusta leer?
1. Organiza actividades y planes culturales
Acompaña a tu hijo para disfrutar juntos de planes que giran alrededor de los libros: cuentacuentos, turismo literario, visita a la biblioteca…
2. Habla en positivo del valor de la lectura
Una persona puede ser consciente de carencias que no quiere trasladar a su hijo. A veces, alguien no ha consolidado su rutina de lectura y, sin embargo, sí quiere transmitir este hábito en su hijo porque sabe que es muy positivo para él. En ese caso, es esencial poner en valor delante del niño aquellos beneficios que se derivan del contacto frecuente con la literatura: creatividad, riqueza de vocabulario, compañía, entretenimiento, posibilidad de viajar a través del tiempo…
3. Comunicación con los profesores
Un padre o una madre que no lee con frecuencia, pero quiere transmitir este hábito en su hijo, también cuenta con el apoyo de los profesores. Los docentes pueden proporcionar indicaciones concretas para elegir obras divertidas que conecten con el lector durante la infancia.
4. Compromiso personal
Que una persona no se considere una lectora habitual, no significa que no pueda mejorar su compromiso para empezar a dedicar un tiempo semanal a esta experiencia. Además, el interés por la lectura no solo se transmite a través de los libros, sino que el ejemplo es más amplio. Algunos padres leen el periódico todos los días o disfrutan de revistas culturales.