La Navidad es el periodo del año en el que los niños se convierten en auténticos protagonistas. Existen distintas maneras de vivir las fiestas de fin de año. Un estilo de vida consciente es aquel que no está condicionado por la prisa o el consumismo. ¿Cuáles son los cuatro beneficios educativos de la Navidad vivida de forma consciente en los hogares? En Rincón del Peque compartimos algunos aspectos a tener en cuenta.
1. Experiencias que perduran frente a vivencias efímeras
El exceso de regalos es un ejemplo de materialismo que no deja una huella positiva a largo plazo. Las experiencias felices vividas durante la Navidad, por el contrario, crean recuerdos que fortalecen los vínculos afectivos.
2. Aprendizaje de valores
La decoración navideña es visible en casas, escaparates y calles. Los valores no poseen una entidad material, no se perciben en sí mismos. Sin embargo, sí se observan por medio de aquellas acciones que están alineados con la ética del obrar correcto. Por ello, la Navidad consciente educa a los niños con principios que están basados en el bien.
3. Reducción del estrés
El estrés navideño no solo puede condicionar a adultos sino también a los niños. Puede estar relacionado con la ausencia de una rutina, el exceso de novedades constantes, las altas expectativas o el perfeccionismo. La Navidad consciente, por el contrario, es una expresión de sencillez y minimalismo. Prioriza lo importante en el día a día. Y, en consecuencia, crea el escenario ideal para reducir el estrés y potenciar el bienestar emocional.
4. Regalos creativos y con valor emocional
Existen distintos tipos de regalos que pueden recibir los niños en fin de año. ¿Cuáles son los más felices? Aquellos que propician un entretenimiento a largo plazo. Las sorpresas creativas son especialmente positivas porque refuerzan el desarrollo de la imaginación y las habilidades personales.
Cuatro beneficios educativos de la Navidad vivida de forma consciente que pueden inspirarte durante las fiestas.