Uno de los cambios más significativos en la primera infancia es aquel que se produce cuando aquel niño que hasta ese momento ha sido el protagonista único de la vida familiar, experimenta el cambio emocional tras el nacimiento de su hermano. ¿Qué síntomas de celos pueden observar los padres en el niño?
Sensación de molestia
Cuando el niño siente celos, en cierto modo, muestra actitudes de molestia hacia el bebé. Actitudes que se intensifican en aquellos momentos en los que el hermano pequeño parece ser el centro. Este mensaje no es literal, sin embargo, el niño sí siente que su hermano le eclipsa en cierto modo.
Regresiones
El niño vuelve a mostrar actitudes y comportamientos que corresponden a una etapa previa. Esto puede desorientar a los padres que no comprenden por qué su hijo, por ejemplo, quiere volver a dormir en la cuna. Este también es un síntoma de celos que lleva al niño a repetir esquemas de rutinas que observa en su hermano pequeño.
Deseo de llamar la atención
En este ejemplo se agrupan aquellos comportamientos que muestran en el niño una necesidad de atención. Y conviene observar este síntoma de manera positiva, es decir, entendiendo esa demanda de cariño que realiza el niño.
Cambio de rutinas
Esta alteración de los hábitos establecidos hasta el momento puede notarse en los pilares básicos del bienestar del niño. Por ejemplo, el niño puede experimentar cambios en la alimentación al tener menos apetito del habitual. Igualmente, puede cambiar sus hábitos sociales al mostrarse menos receptivo hacia los demás. También puede suceder que experimente dificultades para dormir bien.
Uno de los libros que aborda en profundidad esta temática es El niño celoso, una obra escrita por Juan Manuel Ortigosa Quiles que puede ser de interés para todo aquel que quiera profundizar en esta cuestión.