Los problemas más comunes durante el parto

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Por suerte, hoy en día casi todos los partos tienen final feliz. Muy feliz para ser más exactos. Sin embargo, en España podemos afirmar que una de cada diez mujeres sufre complicaciones durante el parto. Son complicaciones que no solo pueden afectar a la madre, sino que también pueden poner en riesgo la salud del pequeño.

Lo que dicen las estadísticas

El Instituto Nacional de Estadística (INE) nos tranquiliza con el porcentaje facilitado: un 90% de los partos transcurre sin alteraciones. El problema lo tenemos con ese 10% que requieren la actuación de un especialista. Son los que se conocen como parto distócico o anormal, además de poder emplear el término cesárea. La operación pasa a ser determinante para garantizar la vida y la salud tanto del bebé como de la madre.

Los embarazos de riesgo van en aumento por un motivo muy sencillo. Cada vez se tienen hijos más tarde, cuando el cuerpo de la mujer no está tan bien preparado. Por eso el porcentaje de partos anormales es de un 15% en mujeres mayores de 40 años. Además, tampoco hay que olvidar las complicaciones que suele conllevar un parte múltiple, ya que en partos de gemelos estamos hablando de un 23% según los datos recogidos por el INE.

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Problemas al dilatar

Desde las primeras contracciones hasta el final, el cuello del útero se dilata una barbaridad. Concretamente 10 centímetros durante un periodo de tiempo que suele oscilar entre las 12 y las 18 horas. Sin embargo, en ocasiones ocurre algo inesperado, como que se detiene antes o se alarga más de la cuenta.

En esos casos el parto no puede desarrollarse con normalidad y los médicos prefieren esperar. No suelen recurrir a la oxitocina para acelerar la dilatación porque es lo mejor para el bebé y la mamá, pero en ocasiones no les queda más remedio que tirar de ella.

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Problemas en la extracción

Lo más normal es que el periodo de extracción oscile entre los 18 minutos y las cuatro horas. Eso cuando todo va bien, porque en ocasiones surgen una serie de imprevistos que lo complican todo:

– El bebé está mal colocado. Si estuviera bien colocado se le vería la cabeza, pero a veces no es así. Se le ve un pie, una nalga o la cara.

– El canal de parto está obstruido. La cabeza del niño es más grande de lo normal o la pelvis no es lo suficientemente ancha como para permitir la expulsión con toda normalidad.

Hombros estancados. Cuando la cabeza sale no tiene por qué haber problemas con el resto del cuerpo. Sin embargo, puede pasar que los hombros se queden estancados en la pelvis. La distocia de hombros provoca un parto de alto riesgo que obliga a tomar medidas.

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